¡ Por fin, el sueño se ha cumplido ! Digo lo de sueño porque, tras varias cancelaciones inopinadas, que los pobres alumnos a veces no llegaban a comprender, se llevó a cabo tan ansiada excursión.¿ Sabéis qué os digo ?: que, cuanto más se dilata o se aplaza algo que deseas, más gozo y placer experimenta uno. ¡ Ya está bien: cuatro tentativas frustradas ! El asalto definitivo a la montaña leonesa fue el 19 de junio. Aún perdura en mí el bálsamo de la bendita montaña: ¿ Qué tendrá ? Quizás nuestros guías y expertos montañeros Miguel y Jordán nos lo podrían explicar. Lo que sí he vuelto a constatar es que hay una relación muy especial entre todos, no voy a decir rayana en lo espiritual, pero, ante tanta mole y majestuosidad, nos reconocemos una nimiedad ( nihil sumus= no somos nada), aparte de que uno carga pilas para una buena temporada. Esa paz, esa tranquilidad y ese relajo no los he experimentado, ni por asomo, tanto como en la montaña.
Os contaré brevemente cómo fue la cosa:
Salimos con un poco de retraso por esperar a dos alumnos, que no se presentaron. El viaje duró dos horas y media y lo hicimos de un tirón. El día era soberbio. Casi estaba despejado, excepto unas nubes amenazantes que nos vinieron de perlas ya que no permitieron que el sol nos achicharrara. El grupo de alumnos era variopinto pues iba desde 1º de ESO a 2º de Bachillerato. El recorrido, espectacular, como diría alguien que yo me sé. Era duro, pero de una dureza que se hacía liviana, gratificante. No podía uno fijar la vista en un mismo sitio porque todos eran sublimes, fulgurantes. Paradas, las justas: en las colladas, para comer y poco más, sobre todo teniendo de guía y adalid al sin par montañero Miguel Martínez, que, al frente de su guardia pretoriana, los "Chiquitauns", había entrado en trance o a punto de ebullición al contacto con la Pachamama Montaña: le daba igual comer que no comer. Se me asemejaba a un sherpa del Himalaya . Por fin, en una de las colladas, salpicada de genista, comimos frugal y tan ricamente, aderezado todo por un vino digno de la Ribera del Duero. !Qué sensacion de plenitud y hermanamiento cuando los tres profesores brindamos con los vasos enhiestos ante los Mampodres!. Miguel explicó a todos sabia, didáctica y oportunamente la etimología de Mampodre(" Mano podrida", proveniente, cómo no, de la época de los romanos). Tras un fugaz descanso, nos dirigimos a hacer la etapa final. Habíamos salido de Lois y llegaríamos a Reyero, donde nos esperaba el autocar. Algunos alumnos sufrieron, pero al final, en el autocar, estaban exultantes de la caminata rompepiernas de 15 Km que habían realizado.
¿ Qué os voy a decir de nuestros alumnos ? No hay palabras para ensalzar y agradecer el buen comportamiento, a la vez que la espontaneidad y frescura, la cordialidad, el respeto, la cercanía, la atención...¿queréis más? Juro que el próximo año volveremos a las andadas, aunque no hace falta que lo diga ya que este tipo de excursión va camino de ser institucionalizada.
De regreso a Valladolid, paramos un ratín en Boñar para dar a los alumnos y a nosotros mismos un momento de esparcimiento. Gracias a este asueto y a la recomendación de Miguel, llegaron los Nicanores a casa ( y, al día siguiente, desaparecieron).
No os preocupéis porque no haya ninguna foto de esta actividad, por el momento: están al caer...
GLOSARIO:
Nicanores:Pastas típicas, riquísimas de Boñar, que se agotan nada más ponerlas a la venta.