Las previsiones meteorológicas no auguraban nada bueno. Tras más de cuatro meses sin llover apenas nos había tocado recibir a la lluvia el día de nuestra excursión.
Sin embargo el cielo fue benevolente con nosotros y a penas tuvimos necesidad de resguardar de la incómoda lluvia.
Salimos del Instituto a primera hora un grupo de 50 alumnos y dos profesoras dirección a Oña, un pueblecito del norte de Burgos localizado en una zona de paisaje privilegiado.
Aunque la distancia era larga, el viaje transcurrió con tranquilidad y fue amenizado con unas gominolas para acortar el tiempo de espera. A la vuelta habría más “chuches” para todos.
Tuvimos una visita libre a la exposición, ese día no disponían de guías suficientes, así que Aurora y yo improvisamos las explicaciones pertinentes sobre arte y sentido religioso de las obras expuestas.
Los chicos prestaron suficiente atención y más de uno quedó admirado con alguna de las maravillas que tenían el privilegio de ver de cerca.
A la salida fuimos a visitar la primera piscifactoría construida en España. Fue hecha por monjes benedictinos que al llegar al monasterio de Oña cubrieron sus necesidades alimenticias (no podían comer carne) gracias a la preparación de ese criadero de peces en un a zona donde no se daba la pesca.
Al terminar esa visita llegó el momento de recuperar energías con la comida y disfrutar de la convivencia entre los compañeros.
Tras la comida, comenzamos el viaje de regreso con parada en la ciudad de Burgos.
Todos juntos visitamos la exposición temporal del Museo de la Evolución Humana “Darwin según Darwin” y la maqueta de Atapuerca que está en el mismo museo preparada con muñecos de Playmobil.
Fue una visita muy interesante y entretenida.
Antes de volver a Valladolid, los chicos disfrutaron de un rato libre para disfrutar del paseo por las calles de Burgos, una ciudad hermosa aún más bonita tras su preparación para la candidatura como Capital Europea de la Cultura.
A última hora de la tarde llegamos a Valladolid, (todo el viaje de regreso estuvo “pasado por agua”), cansados pero contentos y ¡animados para la próxima!